Se puede hablar de tres clases diferentes de alicates,
universales de punta y de corte. Siempre seleccionaremos los más apropiados
para el trabajo que se quiera realizar.
Antes de utilizar unos alicates debemos
comprobar que se encuentran en buen estado, siendo los defectos más frecuentes:
- Estrías desgastadas por el uso.
- Mellas en la zona de corte a causa de forzar la herramienta con materiales demasiado duros.
- Mandíbulas no enfrentadas correctamente ocasionadas por holguras en el eje de articulación por un inadecuado uso de la herramienta.
- Estrías desgastadas por el uso.
En cuanto a su utilización se recomienda:
- Están diseñados para sujetar, doblar o cortar y hay que utilizarlos solo para estas funciones. Nunca hay que emplearlos para aflojar tuercas o tornillos para ello se usan llaves o destornilladores, puesto que se corre el peligro de que resbalen y se produzcan lesiones en las manos, ni tampoco para golpear objetos.
- Cuando se necesite cortar un hilo metálico o cable, realizaremos el corte perpendicularmente a su eje efectuando ligeros giros a su alrededor y sujetando sus extremos evitando así la proyección violenta de algún fragmento.
- Cuando se usen los alicates para trabajos con riesgo eléctrico, deben tener sus mangos cubiertos con unas fundas de goma, evitando así que pase la corriente eléctrica.